Monday, October 23, 2006

Un Sábado Fangoso







Habrán sido las 0:30 horas del día sábado, cuando la lluvia que caía perturbo mi sueño e hizo que me levantase a cerciorarme que ventanas puertas y demás estuviesen debidamente cerradas, luego de este pequeño recorrido de verificación volví a mi cama y el primer pensamiento que se vino a mi mente fue el que la pedaleada que en unas horas mas iniciaríamos estaría complicada, dado que tanta lluvia minaría el terreno y ni hablar de las pequeñas lagunas de lodo que por doquier se harían; en fin con ese pensamiento me dormí.
A las 5:00am suena el despertador, abro mis ojos y me digo a mismo; animo nos espera una nueva aventura en bicicleta, mientras me cambio y a listo las bicicletas y los demás implementos no dejo de pensar en como estará de fangoso el terreno que rodaremos y en como nuestras pulcras bicicletas quedarán literalmente cubiertas de lodo.

Seis de la mañana ya estamos en el punto de salida, donde poco a poco todos, los locos madrugadores del pedal se están haciendo presentes, entre risas y quejas de los que se bebieron una demás el viernes por la noche, iniciamos el primer ascenso sobre la “subida de los buenos días.” Un tanto fatigado y sin aire en los pulmones llegue al final de esa cuesta, pude percatarme que de ahí en adelante el recorrido no sería grato, mi cuerpo no esta respondiendo como debería, pero en fin me hidrato un poco y seguimos pedaleando montaña adentro, inmediatamente nos damos por enterado de lo que todos suponíamos, lodo, lodo y mas lodo por todas partes, las llantas se pegan al suelo y el esfuerzo para pedalear se duplica, temor de caer en medio del fango y ser objeto de diversión para todo el grupo se hacen presentes en cada uno, pero que importa hay que tener precaución y ya total lo demás es parte de la recreación.

Mas adentro de la montaña iniciamos un descenso fabuloso, el clima se presta esta fresco, el sol no se ha hecho presente y todo ello se confabula para nuestro disfrute un riachuelo al final del descenso, dos ciclistas se han detenido, disminuyo velocidad y empiezan a decirme que uno de ellos se cayo y se encuentra levemente lastimado pero no es nada de gravedad, gracias a Dios.

La tristeza se ve reflejada en mi rostro, luego de descender tanto hay que empezar a subir, logro subir en tres tiempos, ya estamos rezagados del grupo, el último tramo no logro subirlo, me bajo de la bicicleta y tristemente sigo caminando, luego de un pequeño descanso seguimos pedaleando, las vistas de la montaña, árboles, el canto de las aves del lugar, hacen apreciar la gran bendición que Dios nos ha otorgado tenemos todos nuestros sentidos en perfecto estado, podemos ver, escuchar, sentir, percibir olores (para bien y para mal.... jajajaja), Gracias Dios por toda tu creación.

Luego de dos horas y treinta minutos de pedaleo efectivo, hacemos un recuento de todo el recorrido, ha todos nos gusto, todos nos cansamos y quejándonos de tanto lodo, y por supuesto de la laguna de los cisnes, que barbaridad solo de recordar da un poco de asco y pensar que por ahí pasamos pedaleando con las llantas cubiertas hasta la mitad, pero era eso o bajarte y que el agua sucia llegara arriba de las rodillas, ni hablar a pedalear. Al final después de dieciocho kilómetros aproximadamente, tenía pendiente la tarea de lavar las bicicletas y mi cuerpo adolorido de tan tortuoso recorrido, pero realmente es una pedaleada mas una nueva ruta conocida y el precio que hay que pagar es nada para todo el efecto de satisfacción que nos brinda la práctica de la bicimontaña.





















2 comments:

Anonymous said...

Para que conozcan mas de la ruta que Marco ha descrito tan elocuentemente:
http://trail.motionbased.com/trail/invitation/email/accept.mb?senderPk.pkValue=83149&unitSystemPkValue=1&episodePk.pkValue=1549606

Marco García said...

Gracias José, por darnos tan importante dato, de esa manera podemos saber mas sobre los recorridos