Los fines de semanas tan esperados
Con el acostumbrado entusiasmo de los fines de semana, el pasado sábado nos dispusimos a primera hora del día salir a pedalear y relajarnos un poco, olvidándonos de una semana pesada de trabajo y de miles otras cosas mas que nos agobian.
El despertador suena a las 5:00am y pese a que es 30 minutos más temprano que la hora a la que nos ponemos en pie los días de semana, en que tenemos que trabajar, cuando es sábado el ánimo es mucho mayor; nos disponemos a vestirnos, subir las bicis al carro y salimos disparados al punto de reunión, en el mismo ya hay otro grupo de entusiastas bici montañistas ya preparados para dar inicio a su recorrido. Poco a poco nuestros amigos se van haciendo presentes y en cuanto menos lo pensamos estamos ya ascendiendo la cuesta de los buenos días, guau que manera de dar los buenos días un kilómetro de pendiente ascendente y estás preparado, el motor corporal a calentado lo suficiente y el que aún se encontraba medio dormido ha despertado por completo.
Este día hemos hecho un grupo de 20 personas aproximadamente, la verdad olvide contarlos, menos mal nadie se nos perdió en la montaña, quien hasta hace unos meses atrás era el guía y líder del grupo por sus problemas de salud ha tenido que dejar de practicar este deporte y desde entonces no se ha suplido su ausencia, hay intentos de uno u otro amigo de tomar la batuta pero no es fácil, entre todos nos ponemos de acuerdo el camino a seguir y damos inicio al recorrido, haciendo mas paradas de las habituales por decidir el mejor sendero y dando un poco mas tiempo a los mas novatos que dadas sus condiciones van un poco mas lento que el resto del grupo nos quedamos por ahí riéndonos de todo y de nada lo cual hace aún mas ameno nuestro pasatiempo.
Las veredas entre cafetales, como las que muestro en la foto son prueba de ello, estuve a punto de caer por parar a tomar esta foto pero tenia que aprovechar el momento para tener un recuerdo y algo que mostrar junto con el relato de esta salida. Escogimos una ruta con muchas bajadas ( jajajaja, como sabrán para no preocupar a los novatos hay que decir una que otra mentira piadosa) y este sábado pude constatar que llegue con muchas fuerzas porque no camine ninguna de las pendientes y eso que en dos de ellas, la mayoría se bajo y empujo su bicicleta, en fin a veces tu cuerpo responde bien otras no tanto, al final hemos hecho 17 kilómetros, con un tiempo efectivo de pedaleo de 1 hora 30 minutos, lo cual si bien es cierto no fue mucho, si ha sido lo suficiente para olvidarnos de todo y despejar nuestra mente, dejándonos un sabor dulce y el deseo de que los próximos días pasen volando para que nuevamente sea sábado y estemos dando los buenos días con la lengua de fuera por el cansancio pero felices de poder estar sentados sobre nuestras bicicletas.
El despertador suena a las 5:00am y pese a que es 30 minutos más temprano que la hora a la que nos ponemos en pie los días de semana, en que tenemos que trabajar, cuando es sábado el ánimo es mucho mayor; nos disponemos a vestirnos, subir las bicis al carro y salimos disparados al punto de reunión, en el mismo ya hay otro grupo de entusiastas bici montañistas ya preparados para dar inicio a su recorrido. Poco a poco nuestros amigos se van haciendo presentes y en cuanto menos lo pensamos estamos ya ascendiendo la cuesta de los buenos días, guau que manera de dar los buenos días un kilómetro de pendiente ascendente y estás preparado, el motor corporal a calentado lo suficiente y el que aún se encontraba medio dormido ha despertado por completo.
Este día hemos hecho un grupo de 20 personas aproximadamente, la verdad olvide contarlos, menos mal nadie se nos perdió en la montaña, quien hasta hace unos meses atrás era el guía y líder del grupo por sus problemas de salud ha tenido que dejar de practicar este deporte y desde entonces no se ha suplido su ausencia, hay intentos de uno u otro amigo de tomar la batuta pero no es fácil, entre todos nos ponemos de acuerdo el camino a seguir y damos inicio al recorrido, haciendo mas paradas de las habituales por decidir el mejor sendero y dando un poco mas tiempo a los mas novatos que dadas sus condiciones van un poco mas lento que el resto del grupo nos quedamos por ahí riéndonos de todo y de nada lo cual hace aún mas ameno nuestro pasatiempo.
Las veredas entre cafetales, como las que muestro en la foto son prueba de ello, estuve a punto de caer por parar a tomar esta foto pero tenia que aprovechar el momento para tener un recuerdo y algo que mostrar junto con el relato de esta salida. Escogimos una ruta con muchas bajadas ( jajajaja, como sabrán para no preocupar a los novatos hay que decir una que otra mentira piadosa) y este sábado pude constatar que llegue con muchas fuerzas porque no camine ninguna de las pendientes y eso que en dos de ellas, la mayoría se bajo y empujo su bicicleta, en fin a veces tu cuerpo responde bien otras no tanto, al final hemos hecho 17 kilómetros, con un tiempo efectivo de pedaleo de 1 hora 30 minutos, lo cual si bien es cierto no fue mucho, si ha sido lo suficiente para olvidarnos de todo y despejar nuestra mente, dejándonos un sabor dulce y el deseo de que los próximos días pasen volando para que nuevamente sea sábado y estemos dando los buenos días con la lengua de fuera por el cansancio pero felices de poder estar sentados sobre nuestras bicicletas.
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